Después de tener el 3er Congreso Iberoamericano de Cultura en Medellín, nos queda la pregunta de qué tan buen o mal público somos en la ciudad para los eventos culturales.

3er Congreso Iberoamericano de Cultura: formación de público

A principios de este mes se realizó en Medellín el 3er Congreso Iberoamericano de Cultura, enfocado en la música, fue un evento muy interesante para la ciudad y el país que nos deja varias preguntas e ideas.

Por una lado, debo decir que personalmente el Congreso estaba un poco alejado de mi percepción del negocio cultural, especialmente el de la música. Sin embargo la propuesta del dialogo alrededor del tema, la posibilidad de la discusión y el mismo ambiente que se generó, más allá de las áreas de Plaza Mayor definidas por los organizadores fue lo realmente inspirador e inquietante. Como con todo, una cosa piensa el organizador y otra es el uso que hacen los usuarios.

Lo que me lleva al asunto de los públicos. Algo que percibí constantemente en el Congreso era el tema de los públicos. De como no se trata sólo de hacer cultura como una tarea exclusiva del artista, también es importante el liderazgo de los diferentes públicos, quienes determinan la utilización y el provecho que van a obtener de los eventos culturas, comprometiendose obviamente a lograr algo al fin y al cabo, bueno o malo en contraste con la idea del evento.

Era algo curioso ver todo el mundo estaba por fuera de los paneles y los talleres, aprovechando la señal de Direct TV que tenia el TV de la entrada de Plaza Mayor para poder ver el partido del mundial que no transmitian por otros canales. De eso se trata. Los talleres eran muy buenos, pero el público es finalmente quien hace uso de los eventos a su mejor beneficio.

Entonces queda le pregunta: ¿Cómo público que esperan de un evento cultural? ¿Qué buscan en un evento cultural (concierto, festival, fiesta) y no están recibiendo?